lunes, 7 de noviembre de 2011

Sí, lo que de verdad me ocupa la mente día y noche: Tú.



Sin ninguna pretensión pero con todas. Sin ninguna condición salvo que ahora me digas que esta noche es sólo para mí, que ya
está amaneciendo.               Quédate conmigo.






Qué bonita tu boca!

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