miércoles, 9 de noviembre de 2011

Gracias por tener esa sonrisa.

-Concéntrate en tu respiración. Inspira, espira...

Así una hora entera. Si es poco raro que yo piense en ti pues imagínate si me dan toda una hora para concentrarme en mi respiración y repasar todos y cada uno de los momentos desde el día 30 de Junio hasta hoy. Y ahí estaba yo tumbada en el suelo con las manos en la tripa, concentrada en mi respiración y pensándote. Y pensaba en aquella noche de verano y en todas las tardes que parecían en vano hasta aquel miércoles. Es cierto eso de que esperar vale la pena y esa que nos gusta tanto de "con el tiempo todo llegará". 
Son en punto. Quince minutos y tu sonrisa no será solamente una imagen en mi cabeza, será real y la tendré a unos pocos centímetros de mi boca.

Uno de los pocos miércoles que ha roto esa mala costumbre que teníamos...

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