miércoles, 7 de diciembre de 2011

HONEY.

Tú, con la Luna en la cabeza...

Nada más y nada menos que mil seiscientas treinta y dos horas contigo, en las que he podido olerte, morderte, abrazarte, besarte, acariciarte y todas esas cosas que hacen que la duración de una tarde sea relativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario