sábado, 1 de octubre de 2011

No puedo vivir sin ella pero con ella tampoco.

Y la ves alejarse por el pasillo. La observas de arriba a abajo. Ves ese pelo que tantas veces has olido, esa camiseta que tantas veces la has quitado entre mordiscos y ese culo dentro de los pantalones que tanto te gustaban. Pero ya no puedes hacer nada, no puedes ni mirarla ni olerla... ni siquiera hablarla... Es tu decisión y me parece bien. 
Nunca has estado a su altura, eres demasiado poco para ella. 


Fue la última vez que vi ese culo y fue entrando en el portal de ese capullo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario