Y la ves alejarse por el pasillo. La observas de arriba a abajo. Ves ese pelo que tantas veces has olido, esa camiseta que tantas veces la has quitado entre mordiscos y ese culo dentro de los pantalones que tanto te gustaban. Pero ya no puedes hacer nada, no puedes ni mirarla ni olerla... ni siquiera hablarla... Es tu decisión y me parece bien.
Nunca has estado a su altura, eres demasiado poco para ella.
Fue la última vez que vi ese culo y fue entrando en el portal de ese capullo. ♫
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