viernes, 6 de enero de 2012

Con cada luna llena al mes.

Una noche de estas de calor, el lobo feroz apareció en mi vida disfrazado de oveja inofensiva. Siendo cierto eso que dicen de que las apariencias engañan, aquella ovejita era el lobo más fiero y salvaje de todos. Yo sin saber lo que en realidad era, le dejé entrar en mi vida, como dejé a otros muchos mediolobos. Poco a poco, el lobo fue quitándose su disfraz y dejándose ver; y, sinceramente, me gusta más de lobo y al natural que disfrazado de oveja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario