Esos 38º que seguro que no faltarán el miércoles y que serán señal de un perfecto día sin otra preocupación que la de echarte bronceador para evitar que el sol dañe tu aperlada piel. Esa piel que tantas veces he revisado milímetro a milímetro y que sin lugar a duda prefiero a cualquier seda.
La primera de muchas tardes de verano. =D